House Held Up by Trees

Cuando la casa era nueva, no quedaba ni un solo árbol en su perfecto césped para dar sombra al sol. Los niños de la casa seguían el rastro del olor de los árboles silvestres hasta las parcelas vecinas, donde espesos arbustos ofrecían lugares secretos para jugar. Cuando los niños crecieron y se mudaron, su padre, solo en la casa, continuó su batalla contra las semillas voladoras, arrancando los árboles que brotaban. Hasta que un día el padre también se mudó, y cuando la casa quedó vacía comenzó su declive, los árboles comenzaron su acercamiento. A la vez nostálgica y estimulante, esta encantadora y lírica historia evoca el inexorable paso del tiempo y el sobrecogedor poder de la naturaleza para elevarnos.